Del griego, literalmente 'sombras
opuestas', la antiscia de un planeta es su grado zodiacal reflejado a través de
los puntos de solsticio del eje Cáncer-Capricornio (así, un planeta en 5˚
Capricornio tiene su antiscia en 25˚ Sagitario). Este reflejo une a los
planetas en una relación basada en el hecho de que en ambos puntos la duración
del día y la noche serán iguales. Generalmente, la antiscia de un planeta se
considera un punto favorable, mientras que la contra-antiscia no se considera
perjudicial.