Educado
en Bagdad, Alkindi se convirtió en una figura destacada en la Casa de la
Sabiduría y sirvió a varios califas para supervisar la traducción de textos
científicos al árabe. Tradujo más de 200 obras importantes y luego escribió
cientos de tratados originales propios, lo que le valió la reputación de ser el
filósofo más importante de su época.